Buen día a todos. Como ven, hago muy pocos blogs, pero en
particular quise escribir de manera especial para relatarles lo que me ocurrió en
el 2020, para ayuda de todos los paciente que se enfermaron de SARS-CoV-2 y que
desafortunadamente quedaron con secuelas respiratorios. Lo que me paso fue lo
siguiente:
En Abril del 2020 por mi propio especialidad ya que soy médico
neumólogo, y teniendo el riesgo de contagiarme de Covid 19 al ver pacientes con
dicho padecimiento, lo cual ocurrió, me
enferme de SARS-CoV-2 y estuve hospitalizado en terapia intensiva recibiendo el
tratamiento que estaba vigente en dichos momentos. Me complique con neumonía
bacteriana y saturaba menos de 80%, lo que condiciono que me aplicaran oxígeno
con mascarilla facial con bolsa reservoria a altos flujos (16 litros x minuto).
Gracias a ello no me intubaron porque mejore de mi saturación, la cual se elevó
a 92%. Mi amigo y compañero de trabajo,
el Dr. Gutiérrez, a quien le estoy enormemente agradecido por haberme manejado
y con su fe en Dios hizo que su tratamiento para mi persona fuera exitoso, y
después de 24 días me egresaron del hospital con oxígeno domiciliario las 24hs
ya que saturaba a menos de 84% además de que tenía una enorme fatiga y
debilidad generalizada.
Esa sensación de hacer el mayor esfuerzo para jalar el aire
a los pulmones y no poderlo hacer es angustioso y desesperante, y sentir además
la respuesta compensatoria de una taquicardia, sudoración y la sensación de
sentir próximo al desmayo; realmente a nadie le deseo tener que percibir estos
malestares. Eso me pasaba cuando intentaban ponerme de pie a un lado de la cama.
Cuando tuve estas sensaciones creí en su momento que ya no iba a mejorarme y pensé
que iba a depender del oxígeno para toda mi vida, si es que salía vivo.
Los ejercicios de rehabilitación pulmonar postcovid19 tienen
la finalidad de ejercitar el diafragma (principal musculo de la respiración) ya que la enfermedad produce una disfunción muscular respiratoria,
favorecer la expulsión de flemas y quitar las atelectasias que deja este padecimiento para tener mayor capacidad respiratoria.
Además de los ejercicios respiratorios que se indican como
rehabilitación postcovid19, empecé a tocar con más tenacidad el didgeridoo y a
intentar lograr la respiración circular. Actualmente ya puedo aguantar hasta 3 a
5 minutos dicha respiración circular, sin parar, pero si hago pausas puede
tocar hasta 30 minutos. También practico los ejercicios respiratorios diafragmáticos
que me enseño mi maestra Luisa Mariana (mezzosoprano) cuando fui su alumno en
su curso-taller “Liberando Voces, Liberando Espíritus” que practico hasta el
momento actual.
Durante mi rehabilitación pulmonar tuve sesiones de aerosolterapia
que me los otorgó mi amigo inhaloterapeuta Erasmo durante 3 meses y que también
me ayudaron a sacar flemas y que combinados al tocar el didgeridoo me ayudaron
muchísimo.
Mis estudios de espirometría, radiológicos y una prueba de
caminata de 6 minutos me confirmaron que tengo secuelas postcovid19 de una enfermedad
pulmonar intersticial, y dichas cicatrices no se van a quitar y solo resta que
tenga la mejor calidad de vida y eso se logra con lo que les acabo de sugerir y
que a mí me ha funcionado.
Espero que con esta información los pacientes que tuvieron
estas cicatrices pulmonares puedan mejorarse, así que los exhorto a tocar el
didgeridoo que sirve para mejorar su función respiratoria, lograr un estado
meditativo y a la vez lograr una mejor comprensión de sí mismo y con la vida.