martes, 1 de enero de 2008

MEDITANDO CON EL SONIDO (VIDEO)

“La meditación implica que no hay movimiento alguno. Esto significa que la mente está completamente quieta, que no se mueve en ningún sentido. La meditación es la transformación de la mente, una revolución psicológica. Cuando la mente está verdaderamente callada, no acallada mediante el deseo y la voluntad, entonces existe una clase de movimiento totalmente distinto que no pertenece al tiempo. La meditación es la comprensión de la vida”. Krishnamurti.

La música que escuchemos debe hacerse sin prejuicios, sin razonarlo, sin pensar si es bueno o malo, sin comparar si es agradable o desagradable, solo ser uno con la sonido. Les pondré en esta ocasión un video donde se oye una nota continua del cuenco de cuarzo, entonación e instrumentos prehispánicos.

¿Qué beneficio obtendrá al ver Ud. este video? ?????
El único objetivo de la vida es no tener objetivo alguno. Oscar González Loyo. Hasta pronto.


MEDITANDO CON EL SONIDO




El sonido es una energía vibratoria. Todo en el Universo vibra, incluyendo nuestro cuerpo físico que emana energía hacia el exterior a través de nuestros sentimientos y emociones que conformarán nuestra conducta hacia el medio que nos rodea. El pensamiento por ende es energía (del griego energes=movimiento). Los sentimientos no son más que sustancias químicas impresas holográficamente en el cerebro, que dependiendo de la nota que vibre nos pondrá en empatía con los sonidos que captamos del Universo y del medio que nos envuelve así como los eventos de la vida y consecuentemente nuestras reacciones. Dependiendo de cómo vibremos en nuestra existencia nos gustará una determinada música. Con el paso del tiempo podremos observar nuestro crecimiento espiritual con el gusto musical que tengamos.


En lo personal he tenido una evolución musical como todos Uds. Al principio me gustó escuchar música de baladas, romántica, rock, disco, heavy metal, jazz, pop, new age, lounge, etc. En fin, prácticamente he pasado por todos los estilos musicales, y finalmente ahora me encuentro con la música sanadora, de ahí que les he escrito en previos blogs de los intérpretes con los que vibro musicalmente, y ya encuentro difícil escuchar otros géneros musicales. Actualmente me encuentro en que soy creador de música con la que hago empatía o vibro con ella, que en definitiva puedo sintetizar que es la conjunción de música de todo el mundo con los instrumentos autóctonos que uso para ejecutarla.





Los instrumentos prehispánicos con sus 3 octavas musicales que generan evocan en el oyente el efecto del batimento, es decir, “sonidos fantasmales” que nos llevan de la imaginación a los estados alterados de consciencia. También provocan estos efectos los instrumentos tibetanos, el cuenco de cuarzo, el didjeridu o trompeta maya combinado con la percusión, y finalmente el mejor instrumento que tiene este planeta: la voz humana.





Diversos estudios de los instrumentos citados provocan en el sistema nervioso humano una sincronización hemisférica, vibramos a ritmos Alfa y Theta, liberación de endorfinas y nos ponen en concordancia con la frecuencia vibracional del planta Tierra y por ende una sensación de bienestar y fusión con la Cosmos. Éste es el efecto sanador de la música.